Normativa sobre el CBD
Antes de adquirir productos de CBD, es esencial familiarizarse con la legislación vigente respecto a los productos que contienen cannabinoides. Este conocimiento no solo facilitará la comprensión de las responsabilidades y derechos como consumidor, sino que también ayudará a tomar decisiones informadas.
Dado que la Organización Mundial de la Salud confirmó en un informe de 2017 que el CBD no causa daño ni crea dependencia en los usuarios, se ha producido un cambio significativo en la perspectiva sobre la comercialización de esta sustancia. Como consecuencia, han surgido productos que incluyen el cannabidiol en su composición.
En la actualidad, en Europa, el cannabidiol puede ser comercializado siempre y cuando su contenido de THC sea inferior al 0.3%. Según la última votación del Parlamento Europeo, en octubre de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que la comercialización del CBD producido legalmente está permitida por el Derecho de la Unión.
Por el momento, en España, es perfectamente legal el uso de CBD por vía tópica, es decir, su aplicación sobre la piel.
En el caso de las flores de CBD, según el marco legal actual español, están destinadas únicamente para su uso decorativo y/o de coleccionismo.
El consumo oral de CBD no cuenta con respaldo legal, a la espera de la promulgación de una ley que abarque este componente. El CBD no está sujeto a regulación en la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, que constituye el tratado internacional principal que establece el marco legal global para el control de drogas. Este acuerdo fue redactado previamente a la síntesis inicial del cannabidiol en 1964.
En otros países (como Canadá o Estados Unidos entre otros), la legislación del CBD permite otro tipo de usos, como es en productos comestibles, en aceite de manera sublingual o mediante la inhalación.
Por tanto, en el marco de la legislación española (desde 2018), los posibles usos de CBD serían:
Uso tópico sobre la piel.
Vapear líquidos con CBD.
Uso tópico en mascotas.
Uso aromático.
Uso decorativo.
Uso coleccionista.
Uso técnico y de investigación.
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